MÉXICO Y CHILE ENTRE LOS PAISES CON MÁS OBESIDAD EN EL MUNDO

miércoles, 29 de septiembre de 2010 | | | 0 comentarios |
Según el ranking de los países con mayor obesidad que presenta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa por primera ocasión el primer lugar teniendo al 69.5% de la población con sobrepeso, siguiendole Estados Unidos con un 68% de su población y en tercer lugar nueva zelanda.
El aumento en la obesidad es un problema a nivel mundial al cual se destinan miles de millones de dolares en estrategias que buscan contrarrestar su preocupante aumento, que conlleva un aumento en enfermedades que se encuentran directa o indirectamente asociadas a la obesidad, como las cardiovasculares, las cuales representan la primer causa de muerte en México.
Frente a este problema, la educación alimenticia y la disciplina por hacer deporte juegan un papel fundamental, representando las armas más fuertes para comenzar a corregir un problema que puede causar a graves problemas en la calidad de vida de las personas.
Lamentablemente en México el problema se origina desde temprana edad, teniendo un índice de obesidad infantil bastante preocupante.
Ranking:
1- México (69.5%)
2- Estados Unidos (68%)
3- Nueva Zelanda (62.6%)
4- Australia (61.4%)
5- Reino Unido (61.4%)
6- Irlanda (61%)
7- Islandia (60.2%)
8- Canadá (60%)
9- Chile (59.7%)
10- Grecia (58.4%)

PARA LA OMS LA OBESIDAD LLEGÓ AL GRADO DE PANDEMIA

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domingo, 26 de septiembre de 2010
La obesidad es el enemigo público número uno, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que agrupa a los países desarrollados. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud sostuvo que alcanzó el grado de pandemia (no infecciosa) y que afecta a todos los países occidentales.

La obesidad se convirtió en uno de los principales problemas sanitarios de los países industrializados.

Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reveló que más de 50 por ciento de la población de sus países miembros padece sobrepeso, y que uno de cada seis es obeso.

Las cifras son aún mayores en Estados Unidos y México, donde uno de cada tres adultos tiene obesidad, según el diario español El País.

En España hay un dato especialmente preocupante: uno de cada tres menores de entre 13 y 14 años está por encima de su peso, un dato que la convirtió en el tercero de la OCDE con mayor sobrepeso infantil. Es alarmante, porque un niño gordo se convertirá, con toda probabilidad, en un adulto que sufra la obesidad.

El gasto sanitario de una persona con esta enfermedad se dispara un 25 por ciento

Y hasta el momento, nada de lo que se está haciendo parece solucionar el problema.

La OCDE sostiene que las políticas desarrolladas por los gobiernos para frenar la pandemia son "insuficientes". Los ministros de Sanidad de los países de esta organización analizarán el estudio a principios de octubre en París.

Mientras, los expertos proponen más educación, políticas sanitarias estrictas y medidas fiscales que graven los alimentos más dañinos. Sin un paquete de medidas completo, afirman, dos de cada tres personas pueden llegar a padecer obesidad en los próximos 10 años.

Las consecuencias serían muy graves económica y socialmente. "Las personas obesas mueren entre ocho y diez años antes que las que tienen un peso normal. Además, cada 15 kilos de más aumenta el riesgo de muerte temprana un 30 por ciento", señaló Franco Sassi, el economista especializado en sanidad y director del estudio de la OCDE "La obesidad y la economía de la prevención".

Esta enfermedad está muchas veces acompañada de otras evitables como la diabetes, los problemas cardiovasculares o incluso algunos tipos de cáncer.

Además, agregó la OCDE, la obesidad es una enfermedad costosa. Los gastos de atención médica para personas obesas son, al menos, un 25 por ciento mayores que para gente de peso normal.

La situación, que según OC DE fue aumentando desde los años ochenta, no parece cambiar. Es más, los expertos de la organización alertan que, si las cosas continúan igual, de aquí a 10 años la proporción de adultos con sobrepeso habrá aumentado, como mínimo, un 10 por ciento de media en todos los países. Fuente: Los Andes on line. 
El gasto en salud de una persona con obesidad se dispara 25 por ciento.

Contaminación Sónica mal de las grandes ciudades

viernes, 3 de septiembre de 2010 | | | 0 comentarios |
(Ángel Perozo-Columnista ACN/Foto: Archivo).-  No enfrentamos solamente la contaminación de la basura que hoy llena las alcantarillas citadinas con características de pozos sépticos pútridos, la contaminación sónica también nos hace sordos por las calles buhoneriles. La exposición crónica a los altos ruidos que subrepticiamente nos rodean, cumplen con elevar la presión sanguínea y empujar hasta la sobremarcha nuestros niveles de adrenalina, cosa que -entre otros males- dificulta el aprendizaje de los niños, debilita el sistema de inmunidad humana y prepara el terreno para enfermedades del corazón.
Y, como todos sabemos, hasta la exposición por corto tiempo al castigo de motocicletas, estéreos con amplificadores y perros aullando logran incrementar el estrés, destruir la concentración y acabar con el sueño.

La intrusión sónica nos invade sin que nos demos cuenta. Igualmente sabemos de la carencia de decretos o leyes que combatan efectivamente la polución del ruido. Es escasa la defensa legal para ahogar estas irritaciones, además de que cuando existe se cumple poco. Todo esto hace que no baste con regular los decibeles de un reloj despertador o un concierto de rock, por ejemplo. Para no afectar la salud, hay que tomar en cuenta también la cantidad de tiempo que pasamos expuestos al ruido contaminador. Y otra cosa clave es que los legisladores no se ocupan de esta muy presente realidad, que no es una pendejadita.

De nada sirve quedarse callado y esperar que el ruido pase. Consideramos que se requiere de una Organización No Gubernamental (ONG) para esta pelea, donde se cree una librería del ruido, guías para luchar contra el ruido, estudios y leyes. No se trata de ser un nazi del silencio. Se trata de poder disfrutar de los sonidos que se quieren oír sin que sean ahogados por otros sonidos. Como vivimos en una sociedad tecnológica, se cree que el ruido viene como parte complementaria Eso no es verdad. Las mismas tecnologías que crearon los ruidos pueden acabar con ellos. Pero falta voluntad política para imponer esas restricciones.

Por ello es que las comunidades tienen que unirse y escoger el silencio. Es un costo mínimo. Antes de que nos quedemos sordos y con los nervios destrozados, debemos aprender sobre ruidos y soluciones. Aunque suene extraño, hay que tener un decibelímetro a mano y determinar el sonido que nos rodea, además de ir a las municipalidades y averiguar si se está violando alguna ordenanza. Porque a los ruidosos hay que enfrentarlos calmadamente, ya que la mayoría de las veces ignoran que molestan. Y si eso no funciona, hay que ir a la policía, hacer peticiones y fortalecer la aplicación de ordenanzas antirruidos.

Felizmente, ante tanto incumplimiento y las ganas o deber de hacer algo bueno por parte de los funcionarios públicos, la preocupación ciudadana va en aumento (con su sordera no solicitada) en algunas comunidades, gobiernos locales y policiales. Porque el ruido degrada el ambiente, es la basura del paisaje sonoro. Y debe ser limitada. Esforzándonos entre todos, podríamos rescatar tanto lugar citadino para beneficio de una realidad más pacífica.