Entre el 10 y el 15 por ciento de los tumores de pulmón en España tienen la exposición al amianto como uno de los factores causales. La peligrosidad de este material está en función del tipo y la longitud de las fibras, según un estudio que ha sido presentado en el XLIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), en Oviedo.
Jaume Ferrer, del Servicio de Neumología del Valle de Hebrón, de Barcelona, ha indicado que el pico en la incidencia de cáncer de pulmón y mesotelioma vinculados al amianto se espera en torno a 2020, dado que, si bien la prohibición sobre su comercialización se aprobó en 2001 y entró en vigor en 2002, existe un periodo de latencia para el desarrollo de la enfermedad que puede llegar a 20, 30 ó 40 años.
Ferrer ha ofrecido una ponencia sobre la aportación del estudio tisular en los pacientes con antecedentes de exposición a amianto, en un simposio conjunto sobre indicaciones y rendimiento de la biopsia pulmonar en las enfermedades respiratorias de origen ocupacional, organizada por el Área de Enfermedades Respiratorias de Origen Ocupacional y Medioambiental y el Área de Técnicas y Trasplante Pulmonar.
El especialista presentó el estudio efectuado por el Servicio de Neumología y el Laboratorio del Hospital Valle de Hebrón sobre 150 pacientes de Cataluña y de Ferrol, que ha sido publicado en Archivos de Bronconeumología. Para la realización de este trabajo se analizó el tejido pulmonar con el fin de detectar el amianto y poder establecer el diagnóstico a través de una relación de causa-efecto: No basta con estar un día expuesto al amianto, sino que se necesita una inhalación continuada para desarrollar la enfermedad, ha señalado.
Con el análisis del tejido disponemos ya de un dato objetivo, ha destacado Ferrer. Su equipo ha realizado lavado broncoalveolar y analizado la muestra obtenida en quirófano. Del estudio realizado se ha visto que entre el 10 y el 15 por ciento de los tumores tienen el amianto como factor causal, lo cual no quiere decir que sea el único, un dato que está en la misma línea de las series obtenidas en otros estudios realizados previamente en Europa.
Otro hallazgo apunta a que la peligrosidad del amianto está en función del tipo y la longitud de las fibras. La fibra detectada en mayor medida son los anfíboles, que curiosamente no fue la más empleada, pero sí hemos visto que es la que queda retenida en el organismo: no se elimina. El objetivo es ampliar el trabajo con población de otras comunidades para corroborar lo descubierto hasta ahora.
Fuente de Datos: smhstar.org